Ángel caído

 




Aún recuerdo

 

Cuando de noche entre mis lamentos,

tu voz, por mi rogó,

viajando por el lago vació,

un llanto del otro lado se escuchó.

 

Ángel de las ilusiones,

luces tan frías, como el cristal,

tan frágil y bello,

sin una sombra de humanidad.

 

En algún lugar del tiempo se perdió,

ese ángel caído, su corazón extravió,

me pregunto. ¿Dónde quedo?

ahora pareciera, que ya se quemó.

 

Ángel mío, ¿quién te mato?

¿fue la noche? ¿fue tu sueño…?

¿… o quizás fui yo?

 

Ángel de la perfección,

¿dónde estás? te llamo y no contestas,

¿dónde te encontraras?

 

Como olvidarte,

teniendo tú belleza enfrente,

como un fantasma en mi mente,

que no quiere desvanecerse.

 

Despojada de tu alma,

bañada en sangre,

confinada a tu sumisión,

atada esta… a mi corazón.

 

Y la sola mención de tu nombre,

reverbera entre mi mente,

provocando el pavor y el dolor,

sin la menor compasión.

 

Ángel de la muerte cruel,

mis recuerdos de felicidad,

en algún rincón del tiempo están,

palpitando impaciente, renacerán.

 

Ángel de mis amores,

comprimes mi corazón, con solo mirar,

porque nunca te pude sacar

de ese abismo infernal;

 

Ángel de la muerte cruel,

dueña eres de mi felicidad,

ya no hay nada que puedas hacer,

pues disfrutas ya, de tu infidelidad.

 

No mires más,

soy infeliz en mi soledad,

tus recuerdos día a día me agobian,

al no poder ignorar.

 

No me hagas entender

que se ha muerto el pasado,

y déjame recordar,

aquellas noches en mi mente,

cuando atada vivías de día,

y de noche en mis brazos morías.


Por Lex Black

Ideas para castigar a tu sumisa (Cómo castigar: Parte 1)

 

 

Una de las características básicas de las relaciones Dominación/sumisión es que existe una disciplina que impone el Dominante, es decir, un conjunto de reglas que la sumisa debe cumplir. Como no hay nadie perfecto, es inevitable que de tanto en tanto la sumisa infrinja alguna de las reglas, y es entonces cuando su Amo debe castigarle. Y, aunque los castigos no sean del agrado de ninguno, el Amo no puede ser negligente en su obligación de impartirlos, porque si no la castiga, o lo hace mal, su sumisa podría sentir que su Amo la descuida, que no se toma suficientemente en serio su rol o, simplemente, que es un mal Dominante.

Para que el castigo cumpla su finalidad hay una serie de requisitos que se deben cumplir:

El castigo debe tener un motivo

El objetivo principal de cualquier castigo es que la sumisa aprenda de él. El Amo castiga para desalentar la conducta errónea, y para asegurarse de que la sumisa aprecia plenamente su papel en la relación. Una sumisa siempre debe saber por qué se le castiga.

De hecho, un buen protocolo es decirle a la sumisa de antemano: "El castigo es porque..." o preguntarle: "¿Por qué te has ganado un castigo?" Esto hace que la atención la centre en el comportamiento que debe cambiar, y a la vez deja claro que lo que no le gusta a su Amo es su comportamiento, y no ella misma.

Por tanto, no utilices los castigos sorpresa: tu sumisa podría ni saber lo que hizo mal (el motivo del castigo). Si no lo sabe, explícaselo antes. Y dale siempre la oportunidad de explicar su error.

El castigo debe ser proporcional a la falta

Que la sumisa incumpla una regla siempre debe resultar en un castigo. Pero la severidad del castigo debe estar determinada por la gravedad de la falta. Por ejemplo, si una sumisa tarda media hora en responder a un mensaje de su Amo, posiblemente una azotaina intensa sea demasiado. Pero si llega media hora tarde a una cita con su Amo porque estaba tomando café con las amigas y se ha descuidado, entonces posiblemente un castigo corporal sea adecuado.

El castigo debe ser consistente

Si castigas a tu sumisa por una falta, siempre que cometa esa falta de nuevo debes castigarla otra vez. Y siempre con un castigo similar o equivalente cada vez. Si la castigas unas veces sí y otras no, o si el castigo es diferente cada vez confundirás a tu sumisa y no conseguirás el objetivo de corregir la conducta.

El castigo no debe ser demasiado suave

Para una sumisa no hay nada peor que sentir que ha fallado a su Amo y que se merece un castigo serio por ello, y acabar despachada con una palmadita en el culo o sin castigo ninguno. Sentirá abandono, que a su Amo ella no le importa mucho, que su Amo no se toma en serio sus responsabilidades o que la descuida.

Muchos Dominantes nuevos en el BDSM se reprimen porque temen pasarse o ir demasiado lejos, especialmente si su sumisa empieza a llorar. Si es tu caso, no te reprimas. Para evitar que te pases o vayas demasiado lejos está la palabra de seguridad. Tu sumisa la utilizará si es el castigo es demasiado doloroso física, emocional o mentalmente.

El castigo debe aplicarse en tiempo

El castigo debe aplicarse inmediatamente después (en la medida de lo posible) de que la sumisa cometa su falta. El objetivo del castigo es corregir ese mal comportamiento, y todo lo que sea dejar pasar un día o más antes de castigarla hace que el castigo deje de ser efectivo como medida disuasoria. Y, además, de nuevo la sumisa sentirá que su Amo la descuida, que no se toma suficientemente en serio su rol o, simplemente, que es un mal Dominante.

Deja las malas emociones de lado

Los castigos forman parte de la dinámica D/s que has elegido libremente. Por tanto, si eres sumisa, tener malos sentimientos hacia tu Amo cuando te castiga no tiene cabida. Si tienes algo pendiente que aclarar con él, hazlo (desde tu posición de sumisa o con una meta-conversación), pero los malos sentimientos no tienen cabida aquí.

Por la otra parte, si eres Dominante, no castigues a tu sumisa por un comportamiento externo a la dinámica D/s que tenéis establecida. Para todo lo que no sea parte de esa dinámica, tu sumisa es una persona libre que puede hacer lo que quiera, y tú no tienes derecho a castigarla por ello. Si te ha disgustado algo que ella ha hecho fuera de esa dinámica, háblalo con ella y ventílalo fuera de la relación D/s.


Fuente: https://domsubliving.com/punish-sub-effectively/

Escorpio Dom, 13 de mayo de 2021

RosazulBDSM

Pereza

 

  




Hay veces que la pereza
convierte en pura tristeza
y siendo clara la pereza
confunde a cualquier presa.

Es difícil su certeza
pues al llevarse por ella
se vuelve a la crudeza
plena y llena de ella.

Quien pudiera ser pereza....
sin tener nunca la pereza ....
y convertir la tristeza
en pura belleza.


Autoría: Ana Antón

Limp Bizkit - Behind Blue Eyes.

  ¿Quién sabe lo que es un hombre?

¿Quién puede ver lo que eres en realidad?

¿Quién puede ver atreves de tus ojos?

Si estoy triste…

Si soy bueno o malo…

Si en realidad sufro…

O que tan marchito de alma estoy.

Idea Musical: Pete Townshend.


Protocolo Parte II.

  


 

Algunos errores frecuentes respecto  del Protocolo.

El Protocolo existe porque existen las relaciones entre practicantes del BDSM. Es necesario para la buena armonía y convivencia de quienes se relacionan.

Creo que debemos tener en cuenta, ante todo, a quién afecta el Protocolo. Un error muy común es pensar que el Protocolo solo se aplica cuando se trata de actividades organizadas que congregan a un amplio número de practicantes del BDSM. Unas pautas de comportamiento en una relación Amo – sumisa ya forman en su conjunto un Protocolo. Incorporar a una tercera persona a ese vínculo o relación implica necesariamente explicar cómo se manifiestan los roles en dicho vínculo. Es verdad que, donde se hace público y manifiesto el Protocolo es en las Organizaciones, locales con espacios acondicionados para BDSM y aquellos eventos puntuales para el encuentro y desarrollo de algunas prácticas. Cada uno de estos casos puede tener especificidades, aunque la mayor parte de sus normas son comunes.

Otro error muy frecuente es pensar que el Protocolo solo se refiere a cómo debe comportarse una sumisa o esclava frente a su Amo, y por indicación de éste a otros Dominantes y sumisas. Se olvidan que el Protocolo también debe ser seguido y respetado por los Dominantes (la falsa idea del Amo “dios”) en relación a su sumisa y esclava, en la relación con otros Dominantes y para con otras sumisas.

Una generalización que también da lugar a errores frecuentes, es pensar que el Protocolo solamente se extiende a aspectos como el código de vestuario, un argot específico, uso de instalaciones o aplicar las normas sólo en el momento del desarrollo de una sesión o juego BDSM.

Para terminar con la descripción de situaciones que considero erróneas, otra que se da con suma frecuencia es la que considera que el Protocolo se aplica sólo con quien ha dado muestras suficientes de merecerlo. Como forma de comunicación, el Protocolo revela mucha información: apariencia externa, estética, saber estar, carácter del rol y experiencia.

 

Los cuasi Dogmas del BDSM.

El Protocolo existe porque el BDSM incide, afecta y altera al estado físico y emocional de quienes lo practican. En cualquiera de sus variantes, el BDSM desarrolla relaciones asimétricas: Una persona inmoviliza - otra queda inmovilizada; una persona ejerce autoridad y poder - otra obedece; una persona infringe dolor y humillación - otra lo experimenta.

En un nivel superior, inviolable por describirlo de algún modo y que pudiéramos considerarlas como dogmas están un conjunto de valores que giran sobre los conceptos “Seguro, Sensato y Consensuado” (acrónimo SSC); y “Riesgo Asumido y Consensuado para la práctica Sexual Alternativa” (acrónimo RACSA o RACK). Esta terminología conceptual, tantas veces citada y redefinida en cualquier espacio virtual o físico de BDSM, trata de garantizar que entre los participantes quedan consensuadas las prácticas, las formas de comunicación y mecanismos de seguridad, los límites y alcance de dichas prácticas; y que el proceso de recuperación o cuidado que se requiere y que cualquier alteración negativa física y emocional quedará adecuadamente reestablecida (puedes consultar este el artículo Protocolos de sesión en el BDSM sobre los protocolos de sesión).

Otro conjunto de valores está destinados a identificar las actitudes y aptitudes que deben identificar los roles superior e inferior en estas relaciones asimétricas. Básicamente es responder a dos preguntas: ¿Qué se espera de un Dominante?, ¿qué se espera de un sumiso? Aquí el Protocolo es más díscolo y difícil de precisar, porque cada Comunidad BDSM acentúa unas cualidades o unos rasgos en detrimento de otros, buscando una mayor adaptabilidad para el conjunto de personas que congrega (por ejemplo, las sociedades hispanas han enfatizado mucho en aquellos valores que identifican claramente al BDSM fuera de toda sospecha relacionada con el predominio del hombre sobre la mujer y situaciones de abuso sexual). Pero todas las Comunidades tienen en común que describen las características del comportamiento esperadas en ambos roles y el alcance de las respectivas responsabilidades y obligaciones de todos los practicantes según sea su rol. Están muy difundidas las 10 reglas para Dominantes y las 10 reglas para sumisas: paciente, humilde, mente abierta, comunicativo, honesto, sensible, dominante/sumiso, realista, cuerpo sano, y diviértete.

Fuente: El protocolo BDSM - Gabrel - Publicado por Cuadernos de BDSM - nº 4 de 2008

Publicado en Rosazul BDSM el 8 de junio de 2018